Papel de Armenia - Incienso de papel

El Papier d'Arménie, o Papel de Incienso Armenio, se quemaba en los hogares armenios mucho antes de que llegara a Francia en el siglo XIX, donde rápidamente ganó popularidad gracias a su suave fragancia resinosa y a la creencia de que podía disipar enfermedades, impurezas y malos olores. Hoy en día, hace parte del día a día de muchísimos franceses.

Estas famosas libretitas de papel aromatizado se empapan a mano en un proceso que dura más de 6 meses. Es un incienso muy práctico y fácil de usar, y un solo tirón es suficiente para perfumar suavemente cualquier espacio interior, cajones, bolsos, o incluso el coche. Para hacer el Papier d'Arménie se utilizan métodos tradicionales de fabricación, con ingredientes naturales. La fórmula de 1885 permanece sin cambios, y se produce en la misma fábrica desde entonces, en Montrouge, Francia. 

El Papel de Armenia es que es un producto ecológico, sin ingredientes nocivos para el medio ambiente. A diferencia de los tradicionales palos de incienso, que a menudo contienen productos químicos dañinos y se empaquetan en plástico, el Papier d'Arménie está hecho con ingredientes naturales y viene en una caja de cartón reciclable. Esto lo convierte en una excelente opción para quienes buscan una manera más sostenible de perfumar su hogar. Está disponible en diferentes olores:

TRADICIÓN | Dulce y balsámico, Tradition es la fragancia clásica del Papel de Armenia, creada después de que su inventor, Auguste Ponso, descubriera por primera vez la tradición del papel armenio y la trajera a Francia en 1885.

ARMÉNIE | El perfumista Francis Kurkdjian, conocido por creaciones como Le Mâle de Jean Paul Gaultier y Baccarat Rouge 540 de MFK, reformuló la fragancia original "Tradition" en 2006 con notas de benjuí, vainilla, mirra, madera y bálsamo. 

ROSA | Otra reformulación firmada por Kurkdjian combina el tradicional aroma balsámico con los intensos pétalos de rosa turca e iraní para una fragancia dulce y floral con matices afrutados. 

Instrucciones: Rompe una tira del cuadernito y dóblala en forma de acordeón antes de colocarla sobre una superficie resistente al calor. Enciende la punta de la tira con un encendedor o cerillos, permitiendo que la llama prenda antes de apagarla. La quema debe ser lenta y constante.

36 tiras por cuaderno.